El Gayatri mantra es muy preciado en los vedas y en todas las escuelas filosóficas de la India porque es el sonido primordial, desplegado en 24 silabas y es el ritmo natural de todos los seres y todas las cosas. Dios mismo se derrama como gracia hacia la mente del devoto para que este pueda trascender los sentidos controlando la mente y los apegos y unirse finalmente a la fuente de toda luz: el ser inmutable. El canto del gayatri mantra es algo bien profundo porque es un torrente de luz que desciende literalmente desde las alturas celestiales y nos aproxima a la meta de unificación. Así como el río se funde con el mar según dicen los Upanishad, el gayatri mantra va creando moradas de santidad donde Dios puede habitar en este mundo. Los elementos tierra, aire, fuego, aire y éter conspiran para que le devoto sea protegido y cuidado en todos sus caminos.
Estos elementos se transmutan por el poder de las silabas y hacen del devoto un ser de luz, de ahí que se explique por qué algunas personas con ciertos desbordes emocionales y desequilibrios mentales encuentren que en la sadhana espiritual hay elementos que les impide procesar correctamente el conocimiento vivencia. Ellos, simplemente confunden la realidad con la irrealidad, así lo declaran las escrituras sagradas.
Aquél que lleva a cabo su sadhana espiritual correctamente, se dará cuenta de lo estamos hablando. El japa del gayatri mantra abre la mente interna y enfoca las energías de los chakras que son conciencia encerrada dentro de los centros de energía. Por consiguiente si es una persona divina, se dará cuenta de esa Divinidad.
Ningún devoto de gayatri debería temer a su inconsciente y a las emociones que se despiertan desde el inconsciente, primero porque ello significa purificación y luego, porque está controlada por la misma comunidad de gayatrines. Esto es sucesión discipular, una larga cadena de bendición en nombre de la divinidad encarnada en sonido, nos cuida de todo mal.
Estamos en las ultimas horas de un año particularmente bendecido para nosotros, pero muy duro para amplios grupos humanos, nuestro corazón está con todos los habitantes de este planeta que sufren el hambre, el dolor, la miseria o el sufrimiento en cualquiera de sus formas, no podemos olvidar el horror de nuestras miradas cuando contemplamos el Asia. Pero sabemos que todo es parte del plan divino y a él nos rendimos reverentemente, porque sabemos que es el modo que tenemos de crecer.
Quién puede evitar el espanto y no pasar sus noches en plegarias, con un corazón desgarrado, pidiendo por los ancianos y los niños y por la paz mundial? Cómo celebrar el inicio de un año, como si nada pasara, como si la naturaleza no nos enviara un mensaje claro y concreto?
Todos debemos estar atentos y duplicar nuestras plegarias, aumentar nuestras buenas acciones, limpiar nuestros pensamientos de locuras y envidias; unir a nuestra familia en torno a la oración, a la mesa pacifica, el alimento santificado.
Rogamos por las almas que partieron este año, por nuestros amigos y hermanos, almas puras que se encuentran en la eterna morada de gayatri; rogamos por las almas que aún ahora están ascendiendo hacia las moradas celestiales y rogamos por todos los que estamos en este planeta, que seamos iluminados en nuestro intelecto y seamos capaces de comprender que somos parte de un gran cambio, justo y necesario, aunque a veces nos duela.
Pero aun en medio del dolor y la angustia que están pasando nuestros hermanos en Asia, estamos obligados a ser optimistas; nosotros creemos en el triunfo de la causa de Dios y creemos que “nada de lo humano nos es ajeno”, de modo que esperamos confiados en las bendiciones de gayatri.
Estos elementos se transmutan por el poder de las silabas y hacen del devoto un ser de luz, de ahí que se explique por qué algunas personas con ciertos desbordes emocionales y desequilibrios mentales encuentren que en la sadhana espiritual hay elementos que les impide procesar correctamente el conocimiento vivencia. Ellos, simplemente confunden la realidad con la irrealidad, así lo declaran las escrituras sagradas.
Aquél que lleva a cabo su sadhana espiritual correctamente, se dará cuenta de lo estamos hablando. El japa del gayatri mantra abre la mente interna y enfoca las energías de los chakras que son conciencia encerrada dentro de los centros de energía. Por consiguiente si es una persona divina, se dará cuenta de esa Divinidad.
Ningún devoto de gayatri debería temer a su inconsciente y a las emociones que se despiertan desde el inconsciente, primero porque ello significa purificación y luego, porque está controlada por la misma comunidad de gayatrines. Esto es sucesión discipular, una larga cadena de bendición en nombre de la divinidad encarnada en sonido, nos cuida de todo mal.
Estamos en las ultimas horas de un año particularmente bendecido para nosotros, pero muy duro para amplios grupos humanos, nuestro corazón está con todos los habitantes de este planeta que sufren el hambre, el dolor, la miseria o el sufrimiento en cualquiera de sus formas, no podemos olvidar el horror de nuestras miradas cuando contemplamos el Asia. Pero sabemos que todo es parte del plan divino y a él nos rendimos reverentemente, porque sabemos que es el modo que tenemos de crecer.
Quién puede evitar el espanto y no pasar sus noches en plegarias, con un corazón desgarrado, pidiendo por los ancianos y los niños y por la paz mundial? Cómo celebrar el inicio de un año, como si nada pasara, como si la naturaleza no nos enviara un mensaje claro y concreto?
Todos debemos estar atentos y duplicar nuestras plegarias, aumentar nuestras buenas acciones, limpiar nuestros pensamientos de locuras y envidias; unir a nuestra familia en torno a la oración, a la mesa pacifica, el alimento santificado.
Rogamos por las almas que partieron este año, por nuestros amigos y hermanos, almas puras que se encuentran en la eterna morada de gayatri; rogamos por las almas que aún ahora están ascendiendo hacia las moradas celestiales y rogamos por todos los que estamos en este planeta, que seamos iluminados en nuestro intelecto y seamos capaces de comprender que somos parte de un gran cambio, justo y necesario, aunque a veces nos duela.
Pero aun en medio del dolor y la angustia que están pasando nuestros hermanos en Asia, estamos obligados a ser optimistas; nosotros creemos en el triunfo de la causa de Dios y creemos que “nada de lo humano nos es ajeno”, de modo que esperamos confiados en las bendiciones de gayatri.
